
Somos parte de una sociedad multicultural. Una realidad que ya está presente en todos los ámbitos sociales. Cuando abordemos el tema de las migraciones con grupos de alumnos y alumnas deberemos tener en cuenta que:
Los grupos formativos pueden ser multiculturales. Por lo que es importante romper la barrera que se levanta entre “nosotros/as” y “ellos/as”. Aunque no exista ninguna persona inmigrante en el grupo, simbólicamente su realidad debe estar presente, obligándonos a no distanciarnos y a no crear barreras ficticias. Con este objetivo, proponemos utilizar un inclusivo nosotros y nosotras. La sociedad multicultural debe hacer que nos sintamos parte del mismo proceso. Sólo asumiendo un plural inclusivo, podremos sentirnos parte de la situación que viven aquellas personas que viven o han vivido proyectos migratorios.
El tratamiento de los Derechos Humanos, del género y de la inmigración debe hacerse desde una posición democrática alejada de tintes paternalistas o falsamente humanitarios. La igualdad de los seres humanos es una convicción, un axioma moral indemostrable, un punto de partida innegociable de nuestra civilización y educar en este convencimiento y en los valores que a él van asociados, es una tarea mucho más difícil que la valoración de la diversidad o de la tolerancia. Sólo es posible el diálogo, intercultural desde el reconocimiento de idéntica dignidad humana e idénticos derechos cívicos, políticos y sociales.
Los estereotipos y prejuicios condicionan nuestras conductas y la visión que tenemos de las personas. Interpretar la realidad por su procedencia, cultura o religión puede ser una falsa seguridad que nos resguarda de cuestionarnos nuestra identidad a la vez que coloca al otro/as en una situación estática que nos impide la relación y el diálogo. Es necesaria la apertura hacia un concepto dinámico de cultura. Cada proyecto personal aún en contextos culturales determinados, tiene su propia definición. Los valores de igualdad y respeto deben prevalecer en las relaciones interculturales
Es importante contar con las experiencias de los participantes y las participantes no sólo para integrarlas, sino también para facilitar la incorporación de los valores desde la interpretación personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario