sábado, 19 de abril de 2008

el sistema de ayuda alimentaria no es el adecuado


Oxfam denuncia que el sistema de ayuda alimentaria no es el adecuado para combatir la crisis
Oxfam Internacional denunció este viernes que el sistema de ayuda internacional no es el adecuado para combatir el hambre en el mundo e indicó que si no se reformulan las políticas de asistencia no se podrá hacer frente al actual incremento en el precio de los alimentos.

El llamamiento se ha hecho al finalizar una conferencia en Roma, en la que 30 organizaciones humanitarias y agencias de las Naciones Unidas han debatido cómo abordar el hambre en el mundo.

Ariane Arpa, directora general de la organización explicó que las protestas por este asunto sitúan de nuevo al hambre en la agenda política, aunque lamentó que el sistema de ayuda humanitaria "no será capaz de combatirla si permanece estancado en el pasado", ya que no asume el problema subyacente de la pobreza crónica, sino que considera esporádicas las crisis alimentarias.

Arpa cree que el problema está en que los gobiernos no actúan con suficiente antelación ni conjuntamente. Además, Oxfam alerta de que, tras el impacto de la subida de los precios de los alimentos, hay indicios que apuntan inminentes catástrofes en el Este y Oeste de África, que podrían evitarse si se actúa de forma inmediata.

En el Este de África, la época de lluvias --de marzo a mayo-- está siendo mucho más seca de lo normal, lo que podría desencadenar otra crisis humanitaria de grandes dimensiones, lo que sería la segunda en menos de tres años. Por este motivo, la organización está preocupada por los efectos que puede tener el hambre en el sur de Somalia, la región somalí de Etiopía, el oeste de África, Mauritania y Níger.

Oxfam destaca que la acción preventiva no sólo sirve para salvar vidas, sino que "tiene sentido desde el punto de vista económico". En este sentido, recordó que en 2004 y 2005, cuando los donantes internacionales fueron alertados sobre la necesidad de intervenir ante la hambruna en el oeste de África y Nigeria, "Occidente apartó la mirada y condenó a muerte a miles de personas".

La organización critica con más fuerza a la industria de la asistencia alimentaria, porque en ella "hay intereses de grupos corporativos que se benefician al entregar la ayuda a las personas más vulnerables". Así, añade que "los intereses de grupos poderosos y las políticas de los gobiernos occidentales hacen que la ayuda llegue demasiado tarde, con precios muy altos".

MÁS AYUDA Y MÁS ADECUADA

Por estas razones, Oxfam hace un llamamiento para que se envíe "más ayuda, del tipo adecuado, en el lugar adecuado y en el momento adecuado" y demanda que se comprenda "la relación entre inseguridad alimentaria crónica y pobreza extrema, para poder diseñar respuestas apropiadas".

Oxfam también cree necesario "aplicar mecanismos sociales de protección para hacer frente a estos problemas que se repiten de manera crónica". También urge a "incrementar la capacidad de los gobiernos de los países pobres" para responder a ellas, implementando "redes de seguridad", interviniendo antes de que los medios de vida colapsen y preparando medidas de gestión ante los desastres.

Oxfam incluye a la ONU entre los agentes responsables de crear estos mecanismos, que permitan "controlar de forma más efectiva y coordinada la ayuda internacional para combatir el hambre en el mundo".

En cuanto a las soluciones más inmediatas para la crisis alimentaria, Oxfam propone "incrementar la inversión en agricultura de pequeña escala" y acusa a gran parte de los gobiernos africanos de no haber cumplido la promesa que hicieron en 2003 de destinar al menos un décima parte de su presupuesto a este campo. Destaca, además, a países como Mali y Zambia, que califica de "ejemplos de cómo se puede pasar de depender de la ayuda alimentaria a ser exportador de cereales".

Otra de las peticiones de la organización humanitaria es que se detengan los incentivos a la producción de biocombustibles, ya que la gran demanda de el este tipo de combustible "ha incrementado el precio de los alimentos y apenas ha contribuido a la reducción de las emisiones".

Oxfam también insta a los gobiernos y a las organizaciones de ayuda humanitaria que definan "targets" u objetivos obligatorios, en términos de población más vulnerable a las emisiones y a los efectos laterales de los impactos sociales y ambientales de los biocombustibles.

Por otro lado, la organización propone garantizar que los pequeños agricultores tengan acceso a servicios financieros tales como seguros y créditos, ya que en países como tailandia no pueden ejercer su actividad por la negativa de los bancos a prestarles una ayuda.

Además, Oxfam Internacional opina que es necesario que se promuevan las políticas comerciales nacionales que contemplen efectuar medidas de seguridad alimentaria y apoyar a los agricultores más pobres y marginados para que se beneficien de la actual subida de precios.

Respecto al cambio climático, Oxfam pide a los gobiernos que reconozcan que intensificará los problemas de alimentación, y que será necesario responder urgentemente con medidas mitigantes y de adaptación.

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