esclerosis multiple ayudas para el manejo del ordenador

Decirlo todo con los ojos sin necesidad de pronunciar palabra. Esa es la intención de los creadores de Iriscom, un programa informático que permite manejar el ordenador con el movimiento de los ojos y que tiene como objetivo facilitar la comunicación a los enfermos de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y a aquellas personas con problemas de movilidad y lenguaje. El dispositivo fue presentado ayer en un hotel gijonés por sus creadores -los vascos Josemari Arrázola y Pedro Palomo- a los miembros de la Asociación Contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica de Asturias. La organización ha adquirido uno de los programas «con el fin de mejorar las condiciones de vida de las personas con graves problemas de movilidad», explicó María José Álvarez, presidente de la asociación. El mecanismo, según la explicación ofrecida por los expertos, «es sencillo y permite mover el ratón por la pantalla con el solo movimiento de los ojos y sin utilizar las manos; el doble click se efectúa parpadeando de forma lenta o fijando la mirada en un punto». Los usuarios deben colocar una cámara especial en el ordenador que mediante unas luces infrarrojas controla el movimiento de los ojos y permite dirigir el ratón hacia la parte de la pantalla que se desee. «De esta forma se puede utilizar cualquier programa, desde uno para hablar marcando las letras, hasta otro de lectura o de juegos», apuntó Pedro Palomo. «Una necesidad fundamental es la accesibilidad a la comunicación. Una enfermedad no debe impedir a una persona comunicarse con quienes le rodean, controlar su entorno, mantener vivos sus contactos sociales y sus deseos de saber lo que pasa en el mundo y a su alrededor», aseguran los creadores del innovador programa que, en la actualidad, está implantado en 160 centros educativos, domicilios particulares y asociaciones. Comunicación

No sólo los usuarios de la esclerosis lateral amiotrófica son sus potenciales destinatarios. «Lo están empleando también personas con esclerosis múltiple, daño medular, ictus cerebral y niños con parálisis cerebral...», afirmó Arrázola, quien se embarcó en el proyecto después de que su esposa falleciese hace ocho años como consecuencia de la esclerosis lateral amiotrófica. «La asistencia ha avanzado sustancialmente en estos años. La única atención que tenía mi mujer era una visita cada seis meses al neurólogo», recuerda. «Ahora que hemos conseguido que se atienda mejor a los enfermos, queda pendiente que se puedan comunicar, que no queden aislados. Y con este programa se consigue», añadió. La asociación asturiana cuenta ya con uno de estos ordenadores.